Psicoterapia o fármacos ¿Qué es más efectivo para tratar la depresión?
Los antidepresivos, como su propio nombre indica, han sido y son, los fármacos por
excelencia para la depresión. No sólo eso, sino que según las compañías farmacéuticas,
más del 80% de los sujetos pueden ser tratados con antidepresivos (Kirsch, I. 2010) El NICE (Instituto
Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido) recomienda que los
antidepresivos, especialmente los ISRS, deberían ser la primera línea de tratamiento para
la depresión moderada y severa
Nadie cuestionaría su eficacia para este tipo de
patología. Se supone que hay miles de estudios que lo sustentan. Por ello mismo, puede
resultar confuso decir que los antidepresivos no funcionan
El estudio de Irvin Kirsch sobre la efectividad de los antidepresivos
A pesar de que la FDA
(Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos), el NICE y otras
autoridades que otorgan las licencias para los medicamentos hayan aprobado los ISRS
para el tratamiento de la depresión, Irvin Kirsch, en una histórica investigación sobre la
eficacia de los antidepresivos, llevó a cabo un meta-análisis con todos los estudios
existentes y puso de manifiesto que la psicoterapia era superior a los fármacos, el placebo
y el no tratamiento, así como que el tratamiento antidepresivo era equivalente al
placebo.
En el momento en que publicó su trabajo fue criticado por no haber usado
los estudios que no habían sido publicados por la industria farmacéutica. Entonces,
Kirsch pidió autorización para tener acceso a los archivos de la FDA que contenían los
estudios que no se habían publicado. Cuando realizó un nuevo meta-análisis con los
estudios publicados y los no publicados, comprobó que los resultados, no sólo no
mejoraron, sino que fueron aún peores (Kirsch, I. 2010). Era de esperar pues, que los estudios no
publicados fueran aquellos que no habían podido demostrar el beneficio significativo de
consumir el fármaco. Este segundo meta-análisis indicó «que estos fármacos tienen sólo
un beneficio clínico marginal». La diferencia entre medicación y placebo «era muy
pequeña»
Prácticamente, todos los estudios sobre la eficacia de los antidepresivos miden la
depresión de los sujetos que participan en dichos estudios mediante la Escala de
Hamilton para la depresión. Para considerar que la diferencia entre fármaco y placebo
fuera significativa, el NICE planteaba que debía ser de tres puntos. La diferencia que
encontró Kirsch fue tan sólo de 1,8 puntos. Hay que tener en cuenta las limitaciones de
dicha escala. Principalmente, el hecho de considerar la influencia que tienen el sueño y la
ansiedad en su puntuación. Por ejemplo, si un paciente comienza a dormir mejor, lo cual
se puede conseguir con el efecto sedante de algunos fármacos antidepresivos o de otros
fármacos junto con los que se suelen suministrar los antidepresivos en dichos estudios, como por ejemplo las benzodiacepinas, se avanza seis puntos en dicha escala. Además,
en general, hay que considerar que cualquier droga sedante puede alterar las
puntuaciones en dicha escala. «En otras palabras, es difícil sentirte deprimido si te sientes
fuertemente dopado» (Moncrieff, J. 2013),
Parece que los antidepresivos funcionan porque sedan, estimulan y se
potencia la sugestión, es decir, crean un embotamiento emocional, un estado mental
alterado, lo cual convierte a las personas que las consumen en menos sensibles al mundo
que les rodea.
Otros estudios sobre los antidepresivos y sus resultados
El estudio de Kirsch no fue el primero. Antes que él, otros tantos estudios habían
obtenido resultados similares, tanto con los antidepresivos nuevos, como con los
antiguos (Smith, A. 1969). Incluso hubo otro grupo de investigadores que habían realizado un estudio
con los mismos datos, con los estudios publicados y los no publicados enviados a la FDA,
y sus resultados habían sido similares
(Khan, A. et al. 2000). Incluso el NIMH había mostrado en 1990, que a
los pacientes les iba mejor con psicoterapia que con antidepresivos.
Sin embargo, los trabajos de Kirsch generaron una gran polémica y un intenso
debate. Muchos médicos dejaron de prescribir desde entonces dichos
medicamentos. Mientras que otros, siguiendo su propia experiencia, consideraron que
los fármacos funcionaban y por eso siguieron recetándolos.
No pensamos que estén equivocados. Pero la cuestión está, y es eso precisamente lo que queremos mostrar, en
que los antidepresivos no funcionan porque mejoran la química del cerebro. Al contrario,
lo hacen por el efecto placebo y de sedación que entrañan. En realidad, no son
siginificativamente más eficaces que una pastilla de sacarina recetada por un profesional.
Antidepresivos a largo plazo
Según parece, no sirve de mucho tomar antidepresivos a largo plazo. No sólo eso, la
OMS concluye que en un año, a aquellos que tomaban antidepresivos les iba peor que a
aquellos que no los habían tomado. (Goldberg, D. et al. 1998)
Parece que los sujetos que los toman de manera
continuada en el tiempo ven acortados los intervalos entre episodios, haciendo que la
depresión sea más frecuente y crónica.
El problema no sólo reside en que parece que no sirve de nada tomar antidepresivos a
largo plazo, sino que encima puede ser problemático. Ya hemos comentado que el
cerebro se va adaptando a la presencia del fármaco y que lo hace intensificando lo que en
un inicio era un problema. Cuanto más tiempo se consuma el fármaco, mayor será la
vulnerabilidad a una nueva recaída por la modificación bioquímica producida en el
cerebro. Se crea así un estado depresivo refractario más resistente al tratamiento
Entonces ¿son los antidepresivos verdaderamente eficaces? ¿Funcionan realmente y hasta qué punto lo hacen?
Como mucho, los antidepresivos tienen un efecto significativo sólo para una minoría de los pacientes con depresión a los que se les prescriben fármacos, un 10-15% de los pacientes con depresión mayor. El resto de pacientes, lo mejor que puede hacer es tomar placebos, ya que producen prácticamente la misma mejoría pero evitan los efectos secundarios y los riesgos sobre la salud que producen los antidepresivos.
La efectividad de la psicoterapia para el tratamiento de la depresión
A corto plazo, los resultados de la psicoterapia son los mismos que los de los antidepresivos, sin embargo, los resultados a largo plazo de los tratamientos psicológicos son considerablemente mejores. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado que puede reducir el riesgo de recaída durante seis años. Por otro lado, la psicoterapia no conlleva los riesgos para la salud asociados a los antidepresivos, entre ellos la disfunción sexual y el riesgo de mortalidad. Es por este motivo, que los tratamientos psicológicos deben ser el tratamiento de elección. En el caso de que se usasen los fármacos en absoluto, deberían emplearse como último recurso, sólo cuando otros métodos menos invasivos han fallado.
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