Imaginemos por un momento a una mujer transgénero respondiendo a un test como el NEO-PI-R. Si bien su vivencia interna y su presentación social se alinean con su identidad femenina, al basar la interpretación de sus resultados en baremos construidos sobre la experiencia de mujeres cisgénero, ¿estamos capturando de manera precisa su perfil de personalidad?

psicometría y personas transgenero

La respuesta, con alta probabilidad, es que no del todo. Las razones son diversas y profundas:

La influencia de la socialización


Los roles y expectativas de género moldean nuestras experiencias y, en consecuencia, pueden influir en el desarrollo de ciertos rasgos de personalidad. Una persona transgénero puede haber experimentado una socialización y adoptado roles más congruentes con su identidad de género, lo que podría diferir de la socialización esperada para su sexo asignado al nacer. Estos caminos vitales únicos no pueden ni deben ser encasillados en marcos normativos ajenos a su vivencia.

Posibles sesgos en los instrumentos


Aunque los tests de personalidad buscan ser objetivos, algunos ítems o dimensiones podrían estar sutilmente influenciados por estereotipos de género tradicionales. La interpretación de facetas como la asertividad o la sensibilidad podría estar teñida por estas expectativas culturales, reforzando inequidades y patologizando expresiones legítimas de identidad.

La validez en entredicho


Si los baremos binarios no logran reflejar la realidad de las personas con identidades de género diversas, la validez de la interpretación de sus resultados se ve comprometida. Utilizar un marco de referencia que no coincide con su vivencia puede llevar a conclusiones inexactas sobre su personalidad, perpetuando errores diagnósticos o intervenciones poco efectivas.

Un horizonte de inclusión en la psicometría


Afortunadamente, la psicología como ciencia viva y en constante evolución está comenzando a abordar esta importante cuestión. Existe una creciente conciencia sobre la necesidad de desarrollar enfoques más inclusivos y sensibles a la diversidad de género en la evaluación psicológica. Algunas de las vías que se están explorando incluyen:

Investigación inclusiva


La necesidad de ampliar la investigación con muestras que incluyan activamente a personas de diversas identidades de género es fundamental para comprender mejor sus experiencias y patrones de respuesta (Koch et al., 2019). Las muestras homogéneas solo refuerzan la invisibilización. Es tiempo de dar voz y presencia a la diversidad.

Los test y el enfoque de genero

Nuevos modelos de interpretación


Se exploran alternativas a los baremos binarios, como enfoques dimensionales que permitan una comprensión más matizada de la personalidad, sin depender de categorías de género excluyentes (Hyde et al., 2018). La psicometría tiene el reto —y la responsabilidad— de volverse una aliada de la inclusión.

Sensibilidad profesional


Los profesionales de la psicología debemos ser conscientes de la identidad de género de nuestros pacientes y considerar cómo esta variable puede influir en los resultados de las pruebas, interpretándolos con cautela y apertura (APA, 2023). El acto mismo de preguntar, escuchar y validar puede marcar la diferencia entre una intervención terapéutica significativa o una experiencia de invisibilización más.

Adaptación y creación de herramientas


Se están dando los primeros pasos hacia la adaptación de instrumentos existentes —como el MMPI-2-RF, el 16PF o incluso el MBTI— y la creación de nuevos que sean inherentemente más inclusivos y libres de sesgos de género (Rubio, 2020). Estos desarrollos no sólo representan un avance técnico, sino también una conquista ética: construir herramientas que miren a la persona completa, no sólo a sus etiquetas.

Un llamado a la reflexión y a la acción


La pregunta sobre la inclusión de la diversidad de género en los tests psicométricos no es solo una cuestión técnica, sino también ética y social. Como profesionales de la psicología, tenemos la responsabilidad de utilizar herramientas que reflejen la rica complejidad de la experiencia humana en todas sus formas.
Psicólogo social, conferencista y docente.